Tan cierto y actual tu poema, como una gota del agua, que como lo dice tu bello poema, es "Un regalo de los dioses…¡refulgente y deslumbrante!- A cuidar el precioso líquido, fuente de vida. Hermosos versos, con la fotografía del bello Manantial- Un gusto, como siempre, leerte, querida escritora. Mi abrazo en la distancia.
"Agua…
Riberas plenas de vida
remanso límpido y puro
y entre pétalos de flores
perlas frescas de rocío."
Un tesoro que no hemos valorado en su justa dimensión.
¡Hermoso, cristalino y lleno de frescura tu poema, querida María!
Un mensaje a la conciencia universal.
¡Abrazos cariñosos!
Me encanta cuando te derramas como una antigua ninfa potámida… ¡Agua, agua, agua!, parece que tú misma vinieses de ese cristal líquido de trenzaico movimiento.
En mi caso, estar en una plaza dotada con fuentes, es —sí y porque sí— pasar un rato largo embelesado con el movimiento arcaico del agua.
Como siempre, sabes cómo captar muy bien la esencia que se medulea el centro íntimo de las cosas. ¡¡¡Gracias!!!
Precioso, María, el agua se mueve, tiene y da vida, se escucha, corre, se para, acoge siempre, cae del cielo y se reúne por todos lados, hasta bajo tierra…tu poema es todo un homenaje, me ha encantado!
Precioso homenaje María, sentido y bellamente expuesto, como suele ser tu poesía. Creo que le cantamos muy poco al agua para lo que le debemos que es mucho, casi todo. Sobre todo por esta tierra nuestra de periodos de sequía tan duros y extensos que cualquier nube en el horizonte nos alegra el alma.
Sí, sin duda un regalo de los dioses, ese agua tan bendita y necesaria, se bebe clara y refrescante desde tus versos saciando su verdad, su reclamo y su cuidado, evitemos su derroche innecesario, amiga!!!
Qué magníficos versos, sinuosos, tanto visualmente como de forma sonora, has creado en este poema sobre el agua. Una pura delicia de poema. Enhorabuena.