Curtido estoy yo de espanto
y mucho más de disgustos,
que ahíto el horno de sustos
quedo como por encanto.
Si a menudo me levanto
y cosas hago de viejo,
que quejarme no me quejo
como quien dice, de vicio,
si al borde del precipicio
tan a gusto me manejo.
Si son los celos de herencia
remediarlo yo no puedo,
constatando que si cedo
me la pegas a conciencia.
Por eso la referencia
la tengo bastante clara
si es que nadie ya me ampara
en salvar el matrimonio,
si son cosas del demonio
que la guerra me declara.
Ya quisiera conseguir
al menos tu testamento,
que asegure mi sustento
mientras yo pueda cumplir.
Si me cuesta decidir
en un mar de resquemores
si entre tanto el mal de amores
me pudiera estar matando,
cuando justo estoy tratando
hoy de calentar motores.