Hay un mañana
al otro lado del cielo
que me espera
con su beso infinito
como un caudal de gracia
y sus díscolas revoluciones
de feroz vigor
me envuelve en su brisa
sin esperar mi palabra
pues devuelta sigo
como una hoja sin rumbo
a la misma monocromía
que retumba en mis ojos
y deja atrás ese ayer
que no se despide ni detiene
y tras el brumoso cielo muere
zarpando al mar de una nada,
una nada placentera
pues ni oye ni siente
tan siquiera el reclamo de un porqué
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Muy bellos y soñadores versos, poeta!!!
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Muchísimas gracias por leer. Saludos
Muy bonito.
Saludos.
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Precioso poema, felicitaciones.
Abrazo
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Muchas gracias
Muchas gracias por leer
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Siempre hay un mañana…precioso poema, compañera!
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Muchas gracias por leer. Saludos
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