Un día no ordinario

Me desperté de una pelea en la calle. Una voz llena de rabia gritaba…”¿Qué raro, ya la gente han salido fuera y mi alarma aún no ha sonado? “Miro el teléfono. Se me para la respiración. En 30 min tengo que estar en el trabajo. ¡Mi camino es solo 25min!.. Siento un pinchazo en el corazón.¡ Además es mi tercer día de trabajo!..¡ Justo ahora no me puede pasar esto!.. Y fíjate, pasa…
Con un salto me levanto de la cama y empiezo el recorrido – dormitorio, baño, cocina…, y al revés. Me pongo camisa y pantalón…, un poco de maquillaje para disimular algo el sueño que todavía no quiere irse por completo. Me relajo un poco. ¡ Voy a conseguirlo!.. Me pongo los zapatos y veo que no me he cerrado la cremallera del pantalón. Abro la puerta de entrada, con una mano para salir y con la otra – me cierro la cremallera…. ¡Sólo esto me faltaba!¡ Se rompe!. Cierro la puerta. Rápido me quito el pantalón. En la prisa mi uña se engancha en el pantalón y se rompe… No tengo tiempo para limarla. Cojo otro pantalón. Me lo pongo. Me miro en el espejo… ¡Estos colores no van! … El tiempo vuela y yo todavía no he salido de aquí . Cambio la camisa… ¡Así es mejor!
Por fin ya estoy cerrando la puerta de casa y me acerco más a mi meta. Bajo corriendo las escaleras. Los peldaños infinitos, estrechos, empinados y gastados del tiempo y el uso… ¡La asa del bolso se enreda en mis piernas, en mi tacón microscópico de uno de los zapatos!.. Y me caigo….Rápido y lento a la vez… Siento como todo da vueltas. Como el cemento de los peldaños se clava en mi cuerpo y golpea sin piedad mis costillas y huesos… Sólo tres escalones. ¡Qué horror! “¡Vaya mañana que tengo hoy! ¡Qué despertar! Y sin café… Además me quedan 8 horas más en el trabajo!¿ Voy a terminar viva? “
Me levanto y me toco los sitios doloridos. No pasa nada. Todavía estoy entera y voy hacia el trabajo. Me tranquiliza un poquito la idea del primer café. Me lo imagino. Hasta siento el olor y el sabor. “¡Qué rico! “
Me dirigo hacia los aparcamientos… Desde lejos veo que en el cristal de adelante, de mi lado prácticamente, una paloma me había dejado un recuerdo. Grande y horroroso. Ya seco del sol….
¿ Qué ha comido? “-se me pasa por la cabeza … ¡Y claro agua para limpiarlo no hay! Culpa mía… Justo en este momento tan preciso…
Decido que podré ver algo entre las áreas no afectadas… Subo en el coche y me pongo el cinturón. Me pone nerviosa…, como siempre. Meto la llave…, no hay luces. Lo giro – nada…. Parece muerto. “¡¿ Pero ayer funcionaba?! “… No entiendo. En la pantalla del coche aparece un texto extraño…, se enciende el sistema antirrobo… Es la llave. Otra no tengo. Me rasco la nuca… El coche lo descarto como opción.
No tengo tiempo para perder…, ya estoy tardando… La adrenalina recorre de nuevo mis venas. Cierro con golpe la puerta del coche y empiezo mirar alrededor para un taxi. No veo nada… Ando con pasos grandes en el medio de la callé. Ni me pregunto porque. Ni quiero mirar la hora. Comienzo a trotar… Veo un taxi, allí en la lejanía. “¡Ojalá esté libre! “
Cruzo dedos. No es que ayuda pero es como un reflejo, instinto, lo hago sin pensar…Además ahora necesito hasta milagros para no tardar.
Empiezo a correr hacia el taxi haciendo le señas desesperadas con las manos que le necesito. Pero sin querer, en el pánico me aruño la cara con la uña rota ( cuál empiezo a sangrar sin yo darme cuenta…, además ni duele.) “¡Siiiií, esta libre! ¡Esto es lo que importa!” Subo rápido, casi ni me giro hacia el chófer ,temblando de nervios. Grito con la mascarilla tapándome la boca :” ¡Hacia el puerto! “El chófer enseguida nota mi tensión. Sólo me tira un mirada por debajo de sus cejas, enormes, pobladas y cada pelo con su vida propia. Sólo esto recuerdo de el… Después aprieta el acelerador hasta el fondo…
Intento relajarme…, pero el viaje es con adrenalina a tope. “Son buenos los taxistas… ¡Este parece competidor de “Fórmula 1”! Si nos escapamos de algún accidente no voy a tardar tanto… “ Por dentro le doy las gracias que entró tan rápido en el guion y ni siquiera me preguntó algo. Sinceramente no tengo ninguna gana de hablar con nadie…
¡Por fin estoy ahí!En mi nuevo trabajo… 10min más tarde… ¡Qué vergüenza!.. A mi me pareció medio día… Me acuerdo de la ley de la relatividad. Me viene en la cabeza la imagen de Einstein con sus pelos “locos” guiñando ojo y con la lengua sacada de la boca. “Sí, un buen ejemplo. ”-acierto con cabeza.
Estoy ya enfrente de la puerta… La abro reteniendo el aire. Todas las miradas están puestas en mi. Me sonrojo. Espero que no se note. Algunos me miran sorprendidos, otros expresan una mueca irónica… Les saludo. Me responden con sonidos inarticulados. Alguien lanza:
-¿ Una mañana dura eh? . Un grupo cerca de las ventanas se empieza a reír bajito.
Yo sólo jadeé… “¡Ni idea tienen! “ Entro en el servicio para refrescarme y coger un soplo de aire. Lavando mis manos me veo en el espejo… “¡¿Está soy yo?! “No es para creerlo. Nunca me había visto así… Con pelo revuelto, manchas de sangre seca en la cara y la mascarilla. Y con una mirada de animal estresado. ¡Y para colmo mi boca tapada con una tira! Me quito la mascarilla bruscamente y la escondo en el bolso. Aquí no la necesito, tenemos suficiente distancia. Parece que vengo de una pelea callejera. Me pongo en orden y me dirijo a la máquina de café-¡ mi salvación!.. Por desgracia – otra decepción.¡Se ha acabado el café! Simplemente no hay… Ufff ya me empieza entrar el miedo… “¿Cómo terminaré hoy? “…
Me siento en mi escritorio y empiezo a abrir carpetas, documentos, hojas… ¡Un desastre! ¿Y mi mente ni sé, dónde está?.. Por ahí, en sexta dimensión… ”Tengo que hacer algo… “- mis pensamientos intentan volver, lento y sin ganas. “¡No soy capaz de trabajar así! El estrés me vino demasiado. ¿O a lo mejor me dejé llevar más de la cuenta?.. Necesito relax. “
Enciendo la torre del ordenador… Tengo algo atascado en la garganta… Siento una bola… “La angustia, seguro. “Toso para quitarla… Paro… La siento de nuevo… Otra vez comienzo a toser pero más insistente. Unos cuantos compañeros se giran para echarme una mirada asesina. Me siento algo incómodo pero no puedo pensar en todos, menos en mí…
… ¡Y de repente me acuerdo del virus!..” Ja, jaja, ja.” Me río en mi mente a los paranoicos. ¡Ya no puedes toser libremente! Ni respirar… Restringieron nuestra libertad a base de engaños. Y además intentan hacernos pensar lo que ellos pretenden. Lo que a ellos les interesa.” ¡Cómo va el mundo! “… Por desgracia ya ni va, se destruye…Más bien lo destruimos todos nosotros que siempre callamos porque así les dejamos seguir haciendo sus crímenes. Somos sus cómplices… Y las cosas cada vez van a empeorar más hasta que empezamos luchar por nuestro futuro… Me despisto… ¡ Sí que me hace falta un café! … Decido limpiar el polvo antes de empezar con el trabajo. Termino con el escritorio y cojo una brocha pequeña que está ahí para limpiar el polvo de las rejillas del ordenador. Comienzo meter la brocha en los agujeros para limpiarlas bien. Pero en un sitio había más polvo, justo detrás de la torre, que entra en mi nariz con violencia. Y yo estornudo…
¡ Una, dos, tres, cuarto veces! No paro… “¡Todo lo que hago hoy me sale mal.!”-suspiro. Cuando termino de estornudar, levanto cabeza por debajo del escritorio, buscando una servilleta . Veo que ya he atraído otra vez la atención hacia mi. “¡Cómo odio esto!”
Veo la encargada susurra algo con dos compañeras más. Me miran con desaprobación… Empiezo sentir calor. Mis poros comienzan a desprender sudor… La encargada viene acercándose a mí. Se para a dos metros de distancia. Hmmm… ¿Ayer no lo hizo?.. ¡Pero hoy todo es diferente!..Me viene una frase en la mente “ En el mayor caos hay mas probabilidades. “ “¿De quién era? ¿Quizás Michio Kaku…?” No sé…, ¿pero a ver éste caos que me traerá?. … ¿Un despido quizás?.. ¡Lo que me falta para terminar el día! “¡Piensa positivo! “- me oigo decírmelo a mi misma.
La encargada se sube la mascarilla para cubrirse la boca y me dice…. ¿Dice algo…, pero no sé, si la oigo bien… ¿O sólo me parece a mí, que dice lo que dice?.. No sé, como es mi cara…, pero ella lo repite de nuevo…”Hurra! “-grito por dentro. ¡No eran ilusiones mías!.. Me dijó irme a casa hoy que es probable que he pillado “algo por ahí “. Noto su miedo. Me encojo de hombros automáticamente. ¡Me viene de maravilla! Justo hoy.
¡Cómo de repente cambió todo! ¡Cómo por arte de magia! “¡No existen las magias! Todo es causa de algo. “- me recuerda mi mente.
De hecho, ahora me doy cuenta que el día va a transcurrir como me gustaría a mi. ¡Tengo todo el tiempo para pintarlo con mis colores! No lo esperaba… Sólo lo deseé desde el alma. Era lo que más necesitaba en aquel momento.
Vuelvo a casa con el autobús. De todas formas ya no tengo prisa. Disfruto del tiempo que tengo. Sólo observo…, la gente, el día, los cambios del paisaje fuera. Ni siquiera pienso…
Entro por la puerta de mi apartamento. Oigo el loro gritando mi nombre desde la jaula. “¡Todo esta bien! “Un suspiro y una sonrisa. ¡Ya estoy en casa! Desde la entrada tiro el bolso en el sofá. ¡Bien! Lo consigo. Me quito los zapatos tirándolos al aire. Me desvisto rápidamente. Veo un pareo colgado en la silla. “¡Con esto me basta! “ Me lo enredo alrededor del cuerpo y ya estoy lista. ¡Estoy en mi pequeño paraíso! Me pongo música y me preparo mi primer café. “¡Mmmm el mismo sabor que llevo tanto tiempo anhelando! “ ¡Felicidad! Armonía…

Tarde por la noche, recibo un WhatsApp de la encargada que no vuelva al trabajo mañana. Que vaya al medico que me haga el test…, y cuando me curre bien puedo volver. Le digo que no tengo nada, que estoy bien. Que fue sólo por el estrés de esta mañana… Ella no quiere entender… Me cuenta que la llamaron cuatro compañeros más para decirle que les he contagiado con Covid19 (¡Algunos ya se habían hecho el test!) y mañana no vienen, ni los próximos días…
Me rio… Me estremezco. Todo el día fue un chiste.

1 me gusta