Tus recuerdos se hacen infinitos,
yacen adheridos en las cajas viejas del desván.
Permiten crear esperanzas,
y son como impostores que engañan sentimientos.
Tu larga ausencia delimita mi vida,
carece de empatía, de nostalgia.
Y amanezco con sueños furtivos pero truncos
Queriendo permanecer en tus momentos.
Que triste no sentirte, que triste no esperarte,
se me acaba la vida pidiendo que el día no acabe para pensarte más.
Golpeando mi pasado con las sobras de este ínfimo presente.