¿Qué son tus ojos sino un manojo de recuerdos?
Ellos llevan el vestigio de una tarde de lluvia.
Son los pétalos deshojados
de una delicada rosa
que el viento azotó.
Llevan un fuego inextinguible
que las lágrimas secretas
intentaron ahogar.
Y con ellos lloro, y con ellos río,
¿Cómo no comprender tus ojos?
Si lo que ellos vivieron, vivieron los míos.
¿Qué son tus ojos?
Son los míos.