En la vastedad
de un horizonte
mi alma viajera
no para de soñar…
Verte reír, bailar,
cantar, callar
pensar, soñar y llorar…
Volver a pintar
tu rostro de trigal
con los surcos
y granos de arena
abandonados
y tirados por el mar
y ese sol de sombras
que te caía
en esa tarde bonaerense
y otoñal
hoy hunde
su punta de acero…
Se agotan las palabras
de mi fuente
y un río negro
atraviesa la ladera
cargado de filosas
y duras piedras
y el compulsivo jade rosa
rodando
muele y tritura
mis entrañas…
En la plenitud
del silencio
me despojo
de mi almohada
y sigo enredado
en tu aliento frutal
Tú mi princesa…
La flor caudillesca
que gravita
con pétalos brillantes
en mis madrugadas
de insomnio…
Yo~~ Un Quijote
en el destierro
rodeado
por molinos de volcánicas alas
caminando
sobre yermos
y estériles caminos.