Tu yo más tuyo,
el amargo, el áspero,
el que espera de mí
cosas que nunca ofreceré
por miedo o, tal vez,
porque prefiero escuchar
los latidos de las paredes
antes que abrazarme
a las espinas de tus cadenas,
me atrinchera
y me coloca lejos de ti.
Eso es seguro.
¡Por fin algo seguro!
Sin embargo,
sin tu otro yo,
el risueño, el que es otro
dentro de ti misma,
tampoco voy a saber vivir.
A mi me impresiona a veces decir, que el amor es doble si sabemos reconocer que estamos en la misma sintonía. Y el amor se “hace” sobre todas las cosas y actos.
Aahh el amor …Que aveces pareciera atraparnos las alas…Y luego vemos que crecieron.Los distintos aspectos dentro de él y de cada una/o.Desde el ego al alma encendida y visceversa.Un gusto leerte Alex!Saludos.
Al yo y al otro yo,
los yo tuyos
porsupuesto.
Los amarras
cara a cara
ambos de bozal.
— chist —
mirándolos
a sus ojos.
— con ella
no se meten,
el enamorado
soy yo —
Cierras la puerta
de una habitación
olvidada en lejanas
tierras a las afueras
de la ciudad.
Mil gracias siempre, @Minada. Así es, somos especialmente contradictorios en lo que se refiere a las pasiones. Valoro tu visita y reflexiva intervención. ¡Abrazos!
El amor… el amor… es el precio por la condena a de amar, aveces las espinas crecieron por evolución y para de alguna manera seguir amando. Bella obra compañero, retrata el amor de una forma Real! Mis más afectuosos y cordiales saludos poéticos para vos!
Ay! El conflicto de los yo…todos somos duales al menos, o múltiples y diversos. Conjugar todo eso es difícil en una relación. Lo expresaste bien en esos versos hermosos.
Un abrazo fuerte, Alex!