Tú, mi mejor yo

¿Es que acaso para conservar el amor hay que renunciar a amar?

¿Has oído algo más absurdo?

Pero si aceptamos que el amor es una búsqueda que raramente se da, es decir que raramente produce encuentro… y en ello me desnudo […] y con eso he querido simplemente decir: que algo de algo sea -al menos en la fantasía- para nosotros.

Porque si atendemos a que el amor es una perspicacia puesta en el Ojo animal, y más aún, es algo que se ejercita, que motorizada por la inquietud frente a lo que ve, escucha, percibe y huele, entonces, y sólo entonces, podrá saber, descubrirá lo que quiere […]

En dónde está puesto su querer […]

Dónde “tú eres mi mejor yo”.

Donde tú significas [el mundo en que habito y en que ando]

Y cómo decirlo… o mejor, cómo no decirlo, si se desbordan las palabras por los poros.

La mujer necesita para amar, o mejor aún, su componente femenino requiere: de una voz Grande, para que ella siempre auditiva y predispuesta, pueda ser atravesada, penetrada en la llamada, que siempre es del orden del amor.

Necesita de un amor Grande, Súper, en que de un modo otro, se haga elástica su alma.

Pues sólo así: Tú podrás ser mi
mejor yo.

3 Me gusta