Tras la última luz del día
hay un crepúsculo que agoniza,
entre cenizas y rescoldos.
Los sonidos se aplacan
y se sosiega la vida…tres latidos más…
Un sol de bronce
tiñe mis pupilas,
mientras luciérnagas de piel y miel
van despertando…(solo tres latidos más )…
al compás del ritmo
se rompe la noche en mil pedazos de luz,
en un sueño sin dueño y sin coartada
y tras la cúpula nueva sigo viviendo…(y son solo tres latidos, tres latidos más …)
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(Publicado en el otro Poémame en mayo 2020)
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No necesitamos coartadas, solo un corazón que lata, tres latidos más. Precioso❤️
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Muchas gracias Checha , un beso
Un lujo leerte.
Y sobre todo escuchar los latidos de tú poesía.
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A veces tres latidos alcanzan para entender una vida!
Bello poema, Hortensia!
Saludos en la luz de la poesía!!
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Eso es siempre el presente, tres latidos, el que acaba, el que está y el que llega, no importa como se enmascara.
saludos cordiales
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Solo tres latidos, pero resuenan muy bien en tu poema y mueven emociones.
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Muchas gracias Silvia, un besito
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Gracias compañero.
Saludos
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Mil gracias Rraffa, un abrazo
Un poema requetebonito, amiga.
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Tres latidos para edificar una vida, un sueño, precioso amiga!!!
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