Forjando el polvo de un verso,
fraguaba yo entre las rimas,
desvelaba.
Contemplando este universo,
de espesuras en las cimas,
diluviaba.
Brotaba un jazmín, mi sueño,
rociaba en magia su chispa;
compartiendo.
Arrobada en un ensueño,
trenzas del sol como rispa;
encendiendo.
Ascendiste hasta la cima del universo para trenzar la pena que un mágico sueño encendió con su chispa para convertirla en ensueño.
¡Hermoso poema, Lisbeth!
Abrazos cariñosos