Travesuras

No me lo tengas en cuenta,
Yayo mío, te quiero mucho.

En los ojos azules del “yayo” me ausento,
por los años felices de audaz travesura,
sumergido en el ansia que sube a la altura
de las nubes, buscando caricias del viento.

Escrudiño la ausencia, de nuevo me siento
el pequeño mocoso, feliz, sin cordura;
disponiéndome, alumbro la pobre diablura
y, en la cima del puente, me dejo el aliento.

Rememoro a mi abuelo, mi “yayo” enfadado,
que salmodia a pequeños diablillos, rufianes,
que corrieron al puente del tren a trepar:

— ¡Revoltosas criaturas, tozudo ganado!
¡Por los puentes subiendo, menudos truhanes;
me agotáis la paciencia, me cago en la mar!

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Precioso y entrañable recuerdo de tu abuelo, lleno de melancolía…🩵
Aquellos tiempos, dónde se han ido…?
Buen domingo, Raúl. :sunny:

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Nada mejor que recordarlo y perpetuarlo con tan magníficos versos. Felicidades :clap: :clap: :clap:

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Hola, Maria

Gracias por tus palabras. Tengo muy buenos recuerdos de mi abuelo, que nos llevaba al parque.

Saludos

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Gracias por tus palabras. Muy amable.

Saludos.

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