Trasnochar

Estando acá: reverbero,
cual agujero susurrado,
a las espaldas de mi desenlace;
amontonando, con exasperado virtuosismo, la poca escarcha que me ocultaba, para, por lo menos, acordarme de cómo es que se cuela en el reflejo una herida, una gasa; cómo es que se apertura con lealtad una puñalada tardía…

Érase las 02:00 del 20.

Estando más acá: sumergido,
cual prisma en la demencia,
esperando desde hace mucho, esperando,
por encima de un cortocircuito atorado, mocho, esperando; esperando que del todo pase, que pase, pase del todo.
Hasta eso, le alcanzo a mi desenlace, por medio de un rebote de caricia lejana: una estampida de divorcios… de apagones que cabalgan audaces el tallo/la espina, para, aunque sea, acordarme de cómo es que se tapa con la mano un altar, una cruz, una antelia; cómo es que se bifurca impune un mañana a la nostalgia…

Érase las 01:59 del 20.

Estando mucho más acá: me he decidido,
al fin, me he decidido; me he decidido a adelantar un cumplimiento, un acuerdo, una verdad, un ensañamiento desmedido; ¡sin dolor! ¡sin dolor! ¡sin dolor!
a no detener el despegue,
la divina inercia destinada
de mis bellos pies de cadena tibia!
de mis encogidas ojeras de nieve caliza!
¡de mis presurosos relieves de piel inamovible…
de mis pulmones que se arrastran
a toda hora: sordos,
hacia la estrella boquiabierta
del rincón jurado
¡para nada!: carnívoro.

Érase las 02:01 del paf.

3 Me gusta