A dónde las raíces de tu verdadero rostro
A dónde tan sedientas las venas de la noche
A dónde el vestido de tus blancas mieles
A dónde el donde de tu supuesto oro
¡Traidora, traidora luna!
Si recordarte no te hará falta detrás
del espejo…
Si de anturios, malvarrosas, si de
hortensia el pensamiento…
¡Si temerosa de mi cuervo la perla
de tu locura!
Mi traidora, traidora luna…
¡A dónde si tu vestido me amanece!
A dónde si tu vientre me anochece…