el humo se despereza en volutas
que se elevan al compás del pensamiento.
Estás dentro del café, de mi cabeza,
fuerte, amargo, intenso.
Entre sorbo y sorbo
me invade la melancolía,
la nostalgia de la cafetera a medias,
los temblores de la noche que se acerca,
el sudor de los versos que persigo.
Te bebo a tragos cortos,
te pienso,
se desvelan los recuerdos,
te escucho y veo en los posos,
que me hablan de ti:
de tus insomnios
cuando no se abre la puerta,
de las tormentas en el horizonte,
de aquellos silencios
con la tele de fondo,
de las mentiras, de las promesas,
de esos labios de piedra,
de los gritos desde la cocina,
del libro que no me susurraste
cuando nos arropaba la calma.
El humo me inquieta,
y ardes, como la tarde.
Se acaba el día,
repaso la vida en esos posos
que me hablan de tus versos,
de tus ojos…
Ya hacía tiempo que no escribíamos un poema a dos manos y qué mejor puesta en escena que compartiendo un café virtual y poético.
Gracias, amigo.
Siempre es un placer
Impecable Poema, estimados y queridos @wallacegere y @Josele
Lo he disfrutado de principio a fin.
Aplausos y felicitaciones por ese trabajo mancomunado.
Fuerte abrazo
Uff esos minutos en degustar si se puede pausadamente un café con todos los momentos, recuerdos, sabores brotando a sorbos, buen café y buena compañía con vuestros versos, poetas!!!
Un poema a dos bandas, que pareciera escrito por una sola pluma, en la conjunción de dos poetas, se adivina la perfección, cuando no se distingue más, que una sola voz, la de un único poeta. Lo habéis bordado. Mi aplauso para ambos. Saludos.