Ha pasado un año desde que escribí 66.
Lo dicen las horas que se fueron…
de momento sigo en pie
con algún charco nuevo
y una ruta distinta en la cara,
mapa del que la vida no escapa.
Lento, impasible , cruel…
he subido al firmamento un instante
para abandonar la hiel que llevo dentro…
tres veces hablé con la luna,
cielos de enero…
firmé febreros nuevos
de flor enamorada
y en abril, una lluvia febril de África imantada,
calculó el peso de la mirada
rompiendo los espejos.
Y aquí sigo, despiadado a vivir,
poniendo nombre a los sonidos,
zurciendo tejas de palabras
que no suspiran, si la aguja es el alma.
No puedo quejarme,
mantengo la costumbre de Lázaro de Betania,
la fuerza de Batalyaws
y la sangre castellana
golpeando el corazón…
rompiéndome en las entrañas
el fuego que aliento…
en el surco como fatiga prometida
que no terminaré…
en tanto,
cumplo sesenta y siete sin código postal
y tierra huida…
mis libros cuidándome…
y una legión inquebrantable de nómadas
que sonríen sin ambigüedad
cuando nos falta el aire…
sesenta y siete.
Para hacer costumbre…
no se lo digáis a nadie.
Como la vida es un rato…intento aprovecharla , como todos supongo, recibiendo con el mismo gesto lo bueno y lo malo…ahora tocan años pues muy bien…mañana penas ,pues también muy bien…
Eso es buena señal, Pedro…
Te deseo que cumplas muchos más y que sigas iluminando el cielo extremeño y de más allá con tus bonitos versos…
Felicidades y un abrazo grande, amigo!!!
Una magnífica y poética autobiografía de los 67.
Aunque tú, te radiografías en tus versos a diario…vertiendo lo que te empuja por dentro.
Muchas felicidades, hay que celebrarlo aunque no se soplen velas…!
Un abrazo grande, Pedro…de momento!
Jjjj, muy bueno y muy liberador , regalarse una vez al año un anuario poético, con todo lo que la vida te da y tambien se lleva, nadie mejor que un@ para ponerse sus rosas con sus espinas y bien “regadito” para que duren un año más, que sean muchos con salud y poesía, Pedro!!!