Todo va a estar bien,
el universo es un ímpetu infinito,
como el último verso olvidado
que le canta a la luna y su esperanza.
Todo va a estar bien,
solo es que extraño la tarde
que es muda ante tu ausencia.
No lo he podido evitar,
he contado a las nubes
que en tu ausencia se arropan una sobre otra,
como si tuvieran frío.
He llorado un poco,
pero es solo porque extraño,
no estaba listo
para las cobijas frías.
Nada como tu sonrisa
o tu voz pidiendo poesía,
o tus desayunos amorosos
y tu compañía que rompe el silencio.
Todo va a estar bien,
lo sé, pero ya sabes,
soy temeroso en los días
cuando el gorrión canta tan fuerte
que no me deja escuchar
cuánto te extraño.
Sé que todo va a estar bien,
eres fuerte y yo soy débil,
así siempre ha sido,
así que no me acostumbro
a pensar en los recuerdos.
Te contaré cómo el frío fue confidente
y la noche tan larga
me hacía soñar en los viajes que faltan.
Aquí estaré con mis oraciones
y mis plegarias, juntando
recuerdos y esperanzas.
Maquinista Mute ©
El amoroso.