Todo puede esperar
menos la esencia de tu piel
su aroma libándose en tus poros
el olor a rosas de tus manos
Todo puede esperar
las tardes enceladas del otoño
los pájaros errantes del invierno
los futuros aún sin fecha ni memoria
Todo, salvo este momento
en el que estamos solos frente al alba
para amarte de nuevo, por primera vez
allí donde el amor nos ha esperado tantas veces
Todo puede esperar
menos la penumbra escondida entre tus labios
menos el cáliz tibio de tu beso