hace semanas que la literatura
descansa conmigo
y las maderas se han vuelto más pesadas
de soportar la voz resonada
y reeditada de los escritores que marcaron
la guerra y la hambruna
de tiempos que me resultan familiar;
cada día leo menos por placer
y más por necesidad,
el corazón no duele
pero últimamente arde
por la mayor ruptura
entre el mundo y mis intenciones.
quería ser grande
y llenar plazas
con quejas de una vida fácil,
con las sombras chinescas
que proyecto en las paredes
de mi cabeza,
y pasar a la historia
en el completo desequilibrio mental
que marca a mi generación;
escribía poemas en filosofía
y en historia ordenaba los versos,
he vivido en enfermedad
y en corrupción,
en la venganza que la tierra
ejerce sobre artistas frustrados
como nosotros,
en la violación de derechos
y mujeres
donde el amor pasó a ser una cuchilla
de doble filo,
nunca me gustó el futuro
que me prometieron.
el mundo que espero
no me espera a mí,
quería ser alguien
sin hablar del bombardeo
que no escucho pero sé que está ahí,
como estrellas caídas
sobre el pueblo que ha olvidado
un sacrificio,
ya no hay dioses
y los reyes sobran,
los dictadores arderán
como la brujas que quisieron
cambiar los tiempos
como una profecía de nostradamus,
somos la última gran disnatía
que el mundo no deseó tener;
la salvación está ahí fuera,
pero no en espíritu y alma
si al hombre le faltan.
soy egoísta
y poco optimista,
quién lo iba a decir,
pero me alegra saber que nunca
tendré descencia a la que contar
todo lo que parece fruto de la ficción
y la fantasía de esos malos sueños
que recuerdas a todas horas,
aceptaré mi papel de escriba
y me disculparé a los autores clásicos
por no ser mejores;
habrá días buenos
y veranos más crueles,
hablaré de muerte
y me parece trivial,
quizá la miseria me alcance
y sea la viva imagen de mi abuela
en un futuro que debía ser joven.
por todos los niños
que no podrán ver el mar
y los adultos que no despertarán mañana,
por lo que la guerra quita
y nunca devuelve,
por la sangre que forma ríos
de traumas acumulados y hombres del saco;
mi vida es el único refugio
y es triste pensar eso,
la oscuridad se cierne
y el mundo está lleno de refugios
que nunca llegaremos a ver.