Soñar con otra cosa.
Al menos, con algo menos triste,
o poner un punto aquí. Dime tú,
¿cómo es que buscas tu cuerpo?
¿No ves que aquí
te enterramos?
No temas, si parece triste el sueño,
solo parece, pero no es; te aseguro,
con estas manos,
que no es triste
sujetar la desaparición,
soñar contigo.
Acaso, una sombra,
nada real, aún llore
mientras sigues lanzando cubos
de agua
que redime mojando mi tez, aquí,
donde somos siempre vulnerables
y, alejándonos, bebemos estrellas.
Ya es polvo tu cuerpo,
mi querido tito Antonio.