Un universo de gotas refrescantes, una cortina de miles de piezas tan perfectas como efímeras. De fondo, un fresco recién pintado de blancos y grises. La mañana se viste de otoño y se pinta la cara de primavera. Sobre la alfombra verde, un mundo diminuto.
Por las aceras, hongos de colores transitan en pos de un destino. Espaldas encorvadas, cabizbajos, escondidos bajo sus setas, la humanidad continua su día a día, sin apenas percibir el gratificante aroma de la tierra mojada.
. Lágrimas frescas de cielo encapotado. Roja amapola.
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