Bajo el místico brillo de la luna
vi danzar en sus corros bellas hadas,
con sus voces entonan dulces cantos
haciendo que en el viento dancen flores,
y al ritmo del compás surge la magia
llegando a Tír na nÓg, como en los sueños.
Con halos de misterio, en claros sueños
se entrelazan los hilos de la luna,
en la isla, resurgen con su magia
melodías, susurros de las hadas,
y las aves envueltas entre flores
juguetean alegres con sus cantos.
En las tierras de ensueño se oyen cantos,
es muy lejos de aquí, como en mis sueños
y sus prados se extienden, entre flores,
y aunque el día es eterno, yaces luna
deslumbrando los cielos, cual las hadas
que despliegan sus pétalos de magia.
Es un reino lejano, do la magia
perdura como el tiempo, y entre cantos
la juventud eterna de las hadas
te hacen pensar: «estamos en los sueños
de una noche de cándida y fiel luna
con guirnaldas, que adornan con sus flores.»
Las colinas orladas de mil flores
de fragancia sutil, que impregnan magia,
en las noches se bañan con la luna
y en los días, del sol, con suaves cantos
entre luces de plata y oro en sueños,
fluyendo como el agua de las hadas.
Estando allá, en la tierra de las hadas
como un destino mágico con flores,
en Tír na nÓg, el mundo de los sueños,
tesoro de los dioses, do la magia
envuelve corazones como cantos
cantados en las noches de la luna.
Las hadas danzan, guían con su magia
en círculos de flores, dulces cantos
como si fueran sueños en la luna.