Contemplo en silencio
la caída de tu luz,
el juego efímero
de tus ojos nebulares.
Te miro sin verte,
solo sintiendo
el fragor de tu comienzo,
el grito de tu final.
Y no puedo alcanzarte,
piedra soy de ríos inmundos
y tu luz, tu santa pureza,
no puede encapsularse
en mi tiempo profano.
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osvid
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Qué interesante poema, Khar. Repleto de imágenes llamativas. Me fascinó la última estrofa: “piedra de ríos inmundos”.
Gracias por compartirlo!!
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Bellos versos. 

Mi abrazo compañero.
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Gracias a ti Osvid por sus halagos, te amando un enorme abrazo.
Mil gracias Noracris por su amable comentario.
Te mando un gran abrazo desde la distancia. 
Muchas gracias Marttucca por comentar mi trabajo.
Te mando un gran abrazo. 
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