(Sheriff, Joe fue a cazar el último elefante blanco)
Mary, con la mirada perdida, intenta recordar a cuanto
pagaban cada bolsillo que confeccionaba,
las horas interminables en aquella fábrica perdida
en la vorágine del tiempo,
el paisaje de sus quince años.
(no sé si volverá… Quiza esté muerto en cualquier
hondonada. Sólo sé que , por nada del mundo,
volverá a la cárcel.)
Los calmantes le ayudan a dormir,
sumiendola en un duermevela sin sueños,
de la que despierta con el eco
de una voz lejana…
(…es un bourbon excelente, Mary. Si regresa, avísame)
Mary, en la fría mañana de enero,
avanza luchando contra los indios,
bajo la ventisca de Utah,
junto a una catedral de un mundo extraño,
guardando en su pecho la llama de un amor secreto .
(Mary, a lo lejos, oye las campanas de una ciudad,
un ejército medieval acampado en la llanura,
entre la niebla, y el fragor de la batalla.)
De vuelta a casa, Mary, atormentada
por el dolor, oye el último bramido del bisonte blanco.