Cordoncillos blancos, medias altas.
Perchas pequeñas, forradas de velvet.
Ellas,
en el pasillo buscando trufas.
Trufas en tu boca,
disueltas,
cascadas de chocolate.
Dulces manjares, curiosos
en caja de reyes.
….
De pie la mañana
no,
no es de mañana,
es de noche.
No sabes a trufas de chocolate,
sabes a elixir.
…
Pies congelados.
Cobarde terciopelo
tendido sobre el sofá.
Tu alma,
cuero rugoso.
…
Y te tejeré un sedoso,
precioso abrigo
sobre el cuerpo desnudo.
Pondré un botón con un beso
en cada hueco.
En una percha acolchada de lino
tu rostro,
será mi mañana.
