Sedosa luz dorada
circunda tu cabello,
enhebra este destello
en esta tarde alada,
que se vierte en el bello
silencio de la anclada
ceniza de tu cuello.
Terciopelo fundido,
de pétalo y caricia,
que amaga la delicia
del labio enardecido,
de la íntima delicia
del beso descendido
en saliva nutricia.