Tendrá
nuevos paseos,
de la mano,
nuevas sesiones de cine,
confidencias a media voz,
viajes a ciudades que nunca vimos,
hoteles que no compartimos,
y un tren rumbo
a sus lugares favoritos.
Tendrá lo que quiso,
lo que el tiempo dictó,
lo que debía suceder,
inevitablemente.
Pero habrá,
en algún momento,
en algún rincón,
una sensación fugaz,
un eco,
un roce invisible,
una brizna leve,
un recuerdo.
Y eso
aunque intente enterrarlo
bajo losas de olvido,
en silencio,
le estallará
llevándola a mí.
Y no podrá negarlo
su media sonrisa en su boca.