Te veré en mis sueños

Te conocí en 1958, tu esplendor me cautivaba y era notable. Nos despediremos en el futuro cercano, más conoces mi sentir. Se quedará en mi ser tu calidez, hospitalidad y tus silencios y ruidos.
Es preferible adelantar las despedidas para acallar pausadamente el dolor, las saudades que inevitablemente surgirán cual saetas candentes… Así las lágrimas fluirán en forma gradual y hasta podré saborearlas. Llegado el momento, el impacto será menor, porque me queda claro que el desapego es amor y crecimiento interior.
Te llevaré conmigo hasta el final…

Nota: Dedicada a la casa de mi vecina Ofelia, que la vendieron cual vil terreno y será demolida. Construirán un “palomero”. *

*Palomero, en México así se le denomina al edificio con departamentos de 40 metros a lo máximo y que alberga varios departamentos.

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