… Recuerdo lo bueno, lo malo. Y pienso en que no hubo errores, somos humanos y no somos perfectos, aunque estemos hechos a la perfecta imperfección.
Te recuerdo con alegría, con dolor. Con lágrimas en los ojos, te recuerdo riendo a carcajadas, y abrazándome fuertemente.
Es que no puedo dejar de recordar
cada momento que estuvimos juntos.
Contigo todo era tan simple
como sentarse en algún parque a mirar el cielo, escuchar el canto de las aves. Verlas volar.
Creo que me enamoré de la simplicidad de lo que era todo a tu lado.
Recuerdo los momentos buenos y algunos no tan buenos.
Me enseñaste a sonreír más, me enseñaste lo que quiero y lo que merezco. Y sí, hubo algunos momentos de mucha tristeza, pero siempre supimos pedir disculpas.
Me quedo con todo lo bueno, lo malo quedó en el momento.
Fue una relación rápida y disfrutamos mucho el uno del otro. Sólo quiero darte las gracias, aunque ahora somos amigos; yo aún te amo y ese amor lo voy a guardar en el corazón, ahí va a tener un espacio para siempre…
Ya sabía que esto no daba para más, pero no por tener discusiones o llevarte la contra en todo; yo sabía por todo lo que me contaste de tus relaciones pasadas que la nuestra por más amor que hubiera, tarde o temprano iba acabar.
Una proasa poética con un final…civilizado, sin rencores ni perdón, pero como buenos amigos que se recuerdan, que es como dejar una puerta abierta, en ambos lados por el que cualquiera de los dos pudiera volver a entrar. Donde hubo fuego…,cenizas quedan, dcice un viejo refran…
Abrazos, Ivka