Te llevo grabada en mi piel,
tatuada en mi corazón,
esculpida en mi alma.
Mis manos te buscan
en los pliegues
de mi añoranza,
en la evocación
que te extraña.
Con mis dedos te palpo
estremeciéndose la yemas,
sintiendo tú aroma
que huele mar y leche.
En mi piel
la silueta de tú rostro
escribe el poema
de amor más excepcional,
en él se reviven
con extrema precisión
los momentos, los instantes
en que nuestras miradas
se encuentran en ese infinito
donde todo se mezcla
en un abrazo con caricias,
donde las palabras sobran
el silencio habla
y el sentir se muestra,
despertando esos sentimientos
que te dejan sin aliento,
y la emoción define la felicidad
de nuestros corazones
mientras escribimos
una carta de amo
con nuestros cuerpos.
Pippo Bunorrotri 18/01/25