Recuerda el futuro
como si fuera un ayer
para que así en el ahora
se te “empresente”
la semilla de todos los deseos humanos.-
Chane García.
@ChaneGarcia
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Recuerda el futuro
como si fuera un ayer
para que así en el ahora
se te “empresente”
la semilla de todos los deseos humanos.-
Chane García.
@ChaneGarcia
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se te “empresente”
Pues que se te “empresente” mi enhorabuena por tu poema.
No se le “engatillan” los sustantivos al poeta que sabe disparar con precision al centro de la sentencia —aplausos.
¡¡¡Ayyy… usted sí que sabe ruborizar a uno con esos comentarios!!! ¡¡Chas gracias!!
¡¡¡Gracias a los tres!!!, al pseudo-actor-porno de @AljndroPoetry AljndroPoetry (un poeta muy sabroso de leer y “utiliti”, pues es anatorrojístico, o sea, sumamente versátil) y también a @Magdalena Magdalena (una poetisa que sabe dónde colocar las gotitas de veneno salpicando cada palabra).
Sí, «empresentar» es cuando el futuro de alguna manera hacia atrás, nos alcanza y él mismo se hace presente para, casi que de inmediato, se «empasada». Hay un poetazo genial que, él tuerce los tiempos verbales… Mmmmm creo recordar su nombre, Hesnor Rivera, poeta, profesor universitario, periodista además… Hay un poema de él, ¡¡coño!!, muy bueno, se titula PRESENTE INDEFINIDO, me fascina cómo retuerce el tiempo sin quebrar la hebra por los vericuetos verbales.
¡¡¡Gracias!!!
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Presente indefinido (Hesnor Rivera).
Te encontraré ayer tarde.
Seguramente tú hayas perdido
ahora el porvenir contemplando
el vuelo del águila dorada.
Tú habrás estado siempre
inmóvil en el centro del día
de aquel año lejano
en que nos separamos sin darnos
cuenta —sin siquiera
percatarnos allí mismo
de lo que ocurría y todavía ocurre.
De lo que aún perseguimos
hollando la arena de un tiempo
malgastado miserablemente
por saborear los más vivos instantes
de una existencia
que no transitamos nunca.
El pasado por simple puede
que exista pero sólo
como un área y una atmósfera
donde apenas crece la espera.
Donde cada quien es el mártir
de sus propias alucinaciones
y declina y conjuga los hechos
según el giro de sus hábitos
—según la controversia
de sus delicadas memorias
siempre creadas y sobrealimentadas
con substancias fantásticas
para que se multipliquen
con voracidades indígenas.
Volveré a verte
y será de nuevo ayer.
Y te he perdido porque ahora
es mañana. Y es allí justamente
en ese bosque de los insomnios donde
las palabras intercambian las frondas
de sus significados absurdos
—donde pierden su brillo
y se bifurcan las sendas
de los astros del comienzo.
Donde los recuerdos cobran
las apariencias de las profecías
sobre el final de los combates
entre el amor y la muerte.
Es allí justamente donde estamos.
Donde nuestros desengaños
son simples como el pasado
que de pronto se volverá de espaldas
para que podamos
hace mucho encontrarnos.-
FIN.
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¡Hesnor Rivera! ¿ como no? …
Maracucho y locutor de radio , tenia un programa radial donde recitaba sus poemas y tambien de otros celebres poetas de la época, estaba casado con la profesora Marta Colomina , periodista famosa. Le cantó al lago como todo maracucho 《 …y los peces se aprendieron de memoria el canto de los pájaros
Para alabar la transparencia de los amores del agua》. Gracias Chane por recordarlo.
Ufffff… poemasazo ese… es cierto, que manera de jugar con los tiempos verbales, fantástico.
¡¡¡Guaooo!!! Me sorprende que conozcas a Hesnor Rivera —provocaba enamorarse de ese hombre, ¿verdad que sí?.. Me refiero, por su forma de escribir je, je, je… Ya estaba viendo efervescer tu mente cochambrosa je, je, je—.
Esos versos que tú has citado, ¿de qué poema son…?
Sí, es verdad… Él y Marta Colomina eran pareja, de hecho, el poema titulado SILVIA está dedicado a Marta —¿¿no sé por qué ese título!!—.
¿¿¿Tú no eres venezolana, o sí??? Los poetas venezolanos son poco conocidos en el exterior… ¿¿O me equivoco?? Salustio González Rincones, el autor del soneto sobre-alejandrino «Stridor» es, prácticamente, una “rara avis”, se hizo medio conocido después de su muerte por sífilis y todo gracias a la encomiable labor de su sobrina, dueña del archivo del poeta.
Silvia (este poema recitado por esa maravilla sevillana de actorazo como lo es Jorge Palacios, padre de la Miss Universo 1.987, Bárbara Palacios Teide es, una soberana delicia).
«Silvia» (Hesnor Rivera).
Las mujeres que me amaron
de seguro han muerto.
Ellas pertenecían a una raza distinta.
La atmósfera de llama necesaria a sus cuerpos
desapareció una noche con los astros.
Y sólo pueden ahora reposar sus cabelleras
sobre la ilusión de resplandor sagrado
que es la lejanía.
En el tiempo del sol
yo podía reconocerlas
por el solo movimiento de sus sombras.
Entonces me invadía el ímpetu
de correr descalzo sobre el agua transparente.
Y eras tú, Silvia
-nada más que tu mirada mágica
quien lograba abrillantar la arena
donde me tendía para huir de la noche.
Eras tú quien al pasar hacía
recobrar su juventud llameante a cada parque.
Y al abandonarnos al embrujo de las calles más altas
frente a las ventanas oscuras
eras tú quien invocaba y ponía a nuestros pies
los habitantes de la sombra.
Una noche enterraste en el césped una perla.
Fue en homenaje a los hermosos días de diciembre.
Y cuando percibiste la presencia
de los vagabundos que espiaban nuestra ofrenda
postergaste el nacimiento del árbol que nos uniría.
Desvaneciste la posible rosa
cuyo aroma igualaría en peso
y consistencia a nuestra sangre.
Porque a partir de entonces
—a partir de aquel gesto
tú me hubieras ayudado a salvar
esta doble apariencia que nos aprisiona.
Esto doble llamado que nos requiere a un tiempo
y nos deja inmóviles en el mundo
vacío de sus diferencias.
Después vi en tu rostro por primera vez el llanto.
Vi en tus manos las piedras que arrojaste a la noche.
En el mundo estaba solo.
Me hablaste de los seres desaparecidos.
De los mares desaparecidos.
De cierta estrella como única mansión
en donde muerte y vida; amor y odio
eran hechos que lograban apenas
amenizar la caída de una tarde.
Y fuimos desde entonces fantasmas
—nada más que fantasmas.
Tú me amaste, Silvia. Yo amé en ti el desafío
a la sombra que se antepone al bosque.
El desafío al bosque que se antepone al cielo.
Nos amamos y era allí, en el amor donde comenzaría
esa desaparición que nos anula.
El amor en mis manos es una fuerza
que distancia las cosas que acaricia.
Tú habrás desaparecido. Estarás en tu raza
—en tu astro donde sopla la llama.
Sin embargo, sé que existe aún. Sé que existes.
He vuelto a contemplar los árboles.
A palpar las flores.
He caminado mucho porque un día
—lo sé bien— en un mar que conozco.
En la gran lejanía hecha como ésta, de arena azul
de pequeñas piedras y frutos que han caído
—en un amanecer fuera de tiempo he de verte
he de oírte cantar desde tu vida.
Sé que existe. Y un día serás tú, Silvia
-nada más que tu mirada mágica
quien logre abrillantar la arena
dolorosa que me hago.
Quien haga recobrar su juventud llameante
al parque más antiguo del mundo que ahora soy.
De lo contrario sabrás que soy del mundo
y habré de maldecirte y estaré llorando
porque el odio me entregará a la noche que me llama
para nutrir conmigo sus túneles hambrientos.-
FIN.
¡¡A mí me fascina esta forma de poemar los sentimientos!!
Saludos.
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Por aca le dejo @alexander_garcia_197 un testimonio de Hesnor Rivera donde revela como escribió Silvia, su poema más publicitado. Hesnor Rivera poeta de la palabra en libertad 1 - YouTube
La primera vez que me topé con el poema «Silvia» yo no sabía si enamorarme de Hesnor Rivera por haberlo escrito o de Jorge Palacios por hacerlo carne en su voz, la recitación de este magnífico poema je, je, je, je
Es que Jorge Palacios cuando recita un poema, él no lo lee con esa típica entonación de lectura sino que su voz suena como si el poema lo escribió él y por lo tanto, no lo está leyendo sino que como si fuese una confesión, abre su pecho henchido de amor y como si se tratase de un cuento, nos narra su historia… Jorge no lee el poema, él lo memoriza y al recitarlo, sale natural… lo hace suyo.
¡¡¡Gracias por el enlace!!!
Saludos.
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