En la distancia
pululan hojas muertas
en el otoño,
como danzantes ocres
bailando al son del viento.
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Muy gráfico. Es todo un espectáculo verlas danzar al viento,la música que mueve sus cuerpos ocres y volátiles. Me encantó este Tanka.
Saludos
Muchas gracias.
¡Saludos!!
Preciosos, esos versos de otoño moviéndose al viento. Un abrazo.
Muchas gracias
¡Abrazos!
Preciosa y melancólica danza otoñal, amiga!!!
Hermosa danza de hojas en este precioso tanka, Sensei…
Con él, eché de menos el taller de la japo…
Besitos fuertes, amiga!
Inmensas sensaciones en tus breves versos.
¡¡¡Dioooss, qué bello!!!
La poesía tiene algo bonito y es esa cualidad de películadura o peliculocidad textual inherente a la palabra…
Tú vienes y me dices: «Mesa de madera para comedor… en azul puro, desconchada… por todo este salitre que no perdona… dejada allí, en el bajío, banco de arena… abandonada a su suerte como las costillas de un negro náufrago… en una tarde pintada de melancolías… playa sin olas… pescadores que no se percatan de que los estoy pintando… el cielo se iguala con el resto… hay una tristeza azul diluida… un descoloramiento inhumano… grisitud plomiza y creciente… como si algo… o alguien nos atrapara… en uno de los cuadros de Monet», yo, en mi mente, debido a todas esas palabras… voy a “ver” ese cuadro.
La palabra es imaginante: impregna en la mente una imagen y allí es cuando vemos con los ojos cerrados.
Tu poema dibujó ese bello instante otoñal dentro de mi cabeza.
¡¡¡Gracias!!!
…
Mil gracias amiga
Yo también lo echo de menos …
Gracias
Muchas gracias ¡¡
Muy de acuerdo contigo. Es como cuando lees un buen libro, el escritor te debe transportar a los lugares y personas que te relata.
Gracias Chane.
¡Un abrazo!
Como siempre, una maravilla. Saludos.
Muchas gracias.
¡Abrazos!