Tango de fin de año

Era una flor en el jardín
con sus ojeras de hollín
y la vida despeinada,
bebía el sol de madrugada
vendía su piel casi por nada
y soñaba con no morir.

Muñeca triste del riachuelo
paloma sin ningún vuelo
por un cielo de carmín,
tu reflejo en el espejo
de un charco muerto de viejo
que llora por no reír.

La vida al fin te vio partir
con la maleta de existir
en la estación llena de olvido
y como un pájaro perdido,
que se quedó triste y dormido
te despediste en un suspiro
y dejaste de latir.

Luciérnaga de Cabaret, por el bajo,
gaviota lejos del sol y del mar,
cantar un tango es su dulce trabajo,
cantar es su único hogar.

Su alma agotada de tanto caminar,
acuna horas huerfanas como ella,
cierra los ojos viendo tristes estrellas
y siempre sueña, que puede volar.

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Se palpa un poema que bebe de la desolación urbana.

Letras que destilan imágenes nítidas, un tango hecho herida y vuelo roto.

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Poderosas y conmovedoras las letras de tu tango. Si alguien las musicara adecuadamente, ascenderían al olimpo del género.
Y aunque no tengan mucho que ver, tus versos evocan sentimientos que ya me visitaron escuchando “El muelle de San Blas” de Maná, o “La flaca” de Jarabe de Palo.

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Se escucha la música del poema. Y una excelente letra. Bonito tango.

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Hola amigo, gracias como siempre. Siempre dando en la tecka. Hoy hay mucha desolación por aquí, es un cuadro que podría describir cualquiwea. Abrazo y que tengas felices fiestas.

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Agradezco muchisimo tus palabras. Te deseo felicidades y ojalá podamos ponerle mñusica si se la merece.

Mil gracias compañero. Felices fiestas para ti.

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