Supera el miedo,
la vida continúa
y hay que vivirla.
Tienes que hacer
que el miedo no detenga,
también, tus sueños.
Y que prosigas
la lucha, día a día,
en cada verso.
Esta pelea,
no está remunerada
ni tiene nombre.
Y aunque estremezcan
las nubes del futuro,
sigue adelante.
Oye la sangre
que late en tu costado
y va en tus venas.
Y si es preciso,
escribe con su tinta
nuevos poemas.
Y sobre todo
los versos de tu alma
que tanto guardas.
Aleja el miedo,
y brinda por tus sueños,
que estoy contigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/05/25