Explayo mis ojos
en las lejanías del cielo.
Agarro una estrella
bajo órdenes oníricas
que gozan de su propia voluntad.
Viajo a mares, puertos,
pueblos, ciudades, nubes, cielos.
Todo transcurre bajo un control
intangible para la carne.
Inamovible para el tiempo.
Inmanejable para el viento.
Inalcanzable para cualquier deidad.
Divino es el edén expansivo
que se oculta al interior del alma.