Esta noche dormitando,
soñando,
a mi alma la engañé,
te soñé,
sintió el corazón pavor,
amor.
Hay en mi pecho un clamor,
que apuñala mi memoria,
no encontré escapatoria,
soñando, te soñé, amor.
Esta noche dormitando,
soñando,
a mi alma la engañé,
te soñé,
sintió el corazón pavor,
amor.
Hay en mi pecho un clamor,
que apuñala mi memoria,
no encontré escapatoria,
soñando, te soñé, amor.
Excelente ovillejo buen amigo poeta.
En tu poema te eriges como un arquitecto de sueños, fusionando el éxtasis y el temor en un tejido lírico en el que cautivas con la danza de palabras.
Es definitivo que en estas tus letras, el amor es el protagonista ineludible.
muy bonito y lírico, compañero. Saludos. Buen día
Un placer tu comentario. Saludos.
El amor y la poesía construyen bellos versos. Saludos.
Me alegra que te haya gustado. Un saludo, amigo…
Te quedó muy bonito.
Tiene mucho mérito hacer un ovillejo.
Mis tres primeros ovillejos, que tengo publicados, me costaron.
Precioso ovillejo, Pedro! Parece fácil de escribir, pero no lo es…
Buen finde!
Encantado de que te guste. Un saludo, amigo.
Todos los poemas son tan complicados, como complicados somos sus autores. Un placer que te haya gustado. Un saludo, Artemisa.
Todo poema tiene su complicación, unos por la dificultad técnica, otros por la falta de musa y otros por el dolor que causa desnudar el alma al poeta. La poesía sin duda no es un camino de rosas. Buen finde, María.
Pedro José, cuando el amor llega, ni que te quites.
Un ovillejo adornado de letras de oroamor-
Bello!
Muy hermoso.
Un gusto leerte.
Saludos.
Que estés muy bien.