Sobre las serpientes de alquitrán, entre el ejército de hormigón, discurre la poesía cuyas metáforas saben al cortado del bar Manolo y duelen como una alarma a las seis de mañana. Su rima áspera recuerda al tacto de un requerimiento de pago y las sílabas recontadas, como las habas en la casa de la familia numerosa. No me olvido del ritmo que impulsa y llena igual que el acorde limpio e imprevisto de ese músico que rasga la guitarra en el metro, mientras las colas de los desheredados procesiona, automático el paso y la mirada en el piso, camino del matadero donde espera el jefe con sus ratios afilados. Muy bueno, @carlosniano . Me encanta tu realismo. Realismo puro y duro.
Querido David, este comentario tuyo lo voy a poner en una vitrina, en el salón de mi casa, justo al lado de la botella de Cardhu 12 años y de mis discos de vinilo.
Gracias una vez más por tu aliento que me alienta.
Aunque no lo soy, tu cariño me hace grande.
Abrazo amigo.