Voy a tener que dejar de ir al “squash”, la vista, los ojos se me están sembrando en otros materos… Y yo, que no estoy acostumbrado a contemplar las extensiones de grandes pieles, en un “pillo” puedo ser malinterpretado.
Los dos cisnes que de perpetuo nadan sin coito, se hacen dígitos cardinales, centimetreándose en la rosada orugadura, que al pendulear, cuelga como la flojedad de una serpiente muerta.
¡Ah…! ¡¡Hermoso resulta el bamboleo de semejante animal en reposo!!
Debo dejar de mirar los vértices pubiados, en las tupidas encrucijadas donde se incrusta el bifurco muslero, allí, donde también se apendejonea el ensortijado gamelote.
Sí, ya lo tengo claro:
debo alejarme del “squash”.-
Chane García.
@ ChaneGarcia.
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