Ojalá convivencia y fantasía
se puedan entender de mil amores
yendo siempre de acuerdo de la mano,
porque en justa armonía
nunca van a mayores.
Ya sé de sobra yo que el ser humano
como todo mortal por excelencia
busca en sus sueños el amor eterno,
y que se siente ufano
al compartir su esencia.
Pero es que por desgracia en un infierno
se vuelve el matrimonio
tras unos pocos meses,
en los cuales por mor del vil demonio
surgen los intereses
y a crecer algún cuerno.