Dirán que todo es muerte tras tu paso,
que tu aliento envenena el corazón,
tu palabra aniquila la razón
y tu amparo es sombra del ocaso
de esos reinos vedados al parnaso.
Y dirán que tu beso es la intención
del taimado que sella su traición
y después se apresura a alzar el vaso.
Porque entonas sin voz canción de cuna
cual sirena esperando su botín,
y aunque te sonría la fortuna
pronto sabrás lo que es llorar al fin,
al ver que ya no queda en ti ninguna
huella de la Eva dulce del Jardín.