No suelo dar a nadie la patada
de buenas a primeras sin motivo,
sino que a veces por temor, suscribo
que ser chivo expiatorio a nadie agrada.
Será que parte soy de la manada,
que si a pesar de todo sigo vivo
es porque de medrar igual me privo
insinuando decir cualquier chorrada.
Muchas veces no tengo alternativa
y como puedo salgo del apuro,
a trancas y barrancas, medio muerto,
lo cual me anima a que sin duda escriba
lo que considerándolo maduro
si me convence igual lo doy por cierto.