Soneto.- no existen salvavidas

Profundas en mi piel muchas heridas
hasta la tumba llevarán la pena,
porque quizás el daño que entra en vena
salir no puede sin romper sus bridas.

Y es que existir no existen salvavidas
que a relegar ayuden la condena,
si incrustada con saña me envenena
negadas quedan todas las salidas.

Pues muchísima labia se requiere
para echar tanta escoria a la basura
sin dejar huella atrás en lo posible,

porque tan sólo el recordarlo hiere
como si alguna insólita conjura
de la existencia fuese inamovible.

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