La poesía corre por mis venas
como el agua de lluvia por los ríos,
aunque a veces se meta bien en líos
al rematar con sorna sus faenas.
Pues en guardia mantengo mis antenas
ante los peligrosos desafíos,
si débiles mis sesos y sin bríos
liados siguieran hoy a sus cadenas.
Que pensando a menudo me entretengo
en la calle, en la piltra, y a deshoras
sobre temas que al mundo lo deprimen,
y tanto que robusto me mantengo
disfrutando con fe de mis neuronas,
cuidando que mis glosas todas rimen.