Soneto.- hilvanando el día a día

Sentirme sin orgullo ni coraje
admito que a mis años me exaspera,
si por delante aún la vida entera
alguna fantasía habrá que encaje.

Porque consciente del final del viaje,
duda no tengo que si así lo fuera
alguna buena nueva me trajera,
y ante tanta evidencia me relaje.

Será que algún capricho del destino
me lleva a caminar contracorriente
y dar no doy con tiento pie con bola,

porque una vez se pierde todo el tino
resulta a todas luces evidente
que el movimiento apenas se controla.

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