Hoy cuando nos machacan los deseos
disminuye también la fantasía,
como si al formar parte de los feos
fácil nos malograsen la alegría.
Si es que de todo dios se desconfía
quedando en el vacío la esperanza,
al quedar la existencia tan vacía
en sí mismo se pierde la confianza.
Hoy llevados quizás por la venganza
nos mostramos rebeldes e insumisos,
porque observando el fiel de la balanza
de pena vamos para ser precisos.
Será que en el poder los poderosos
presas hemos de ser de sus acosos.