Calculando en el tiempo ya pasado
y distancia que todavía queda,
con tela suave de genuina seda
envolvería el sosiego cansado.
El corazón maltrecho gime helado
sin que con ello calmar dolor pueda,
triste viendo como esta vida rueda
sin un sitio, dejándolo apartado.
Soledad que está sola, tan amarga,
que no te pide, esa que sola llama
que me cae como la dura carga.
Sobre mi pecho como negra dama
vives como bilis que me aletarga
y te enquistas en mi lúgubre cama.
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Soneto Clásico, publicado en el otro Poémame en 2018 (arreglé algún verso)