Soneto.- con la ayuda del demonio

Fácil que nuestro origen ocultemos
si haciéndonos los fuertes nos humilla,
si por movernos, a saber, la silla
en mitad de un embrujo igual nos vemos.

Dicen que más seguros estaremos
en brazos de una lúcida chiquilla,
que nos llene de besos la mejilla
que ya con intereses pagaremos.

Por eso quien acierte a la primera
llevar podría en el altar ventaja
a la hora de elegir su matrimonio,

porque quien por la lluvia nunca espera
a pleno sol recogerá la paja,
incluso con la ayuda del demonio.

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