Cuando en el corazón un ciervo herido
despertar a la musa se propone,
mejor que no se sienta deprimido
cuando su inspiración ya le abandone.
O que se busque presto un cicerone
que le meta en el mundo de lo clásico,
donde tan sólo aquel que reflexione
podrá adquirir un magisterio básico.
Quizás pertenezcamos al jurásico
quienes al cultivar acento y rima,
le demos un sentido polifásico
al arte de escribir que más se estima.
Quizás pecar pequemos en esencia
de no saber vender nuestra inocencia.