Soneto.- ardiendo en deseos

Si un deseo el Señor me concediera
al calor de tus senos dormiría,
y un atracón de besos me daría
hasta que en sueños locos me perdiera.

Porque no creo que delito fuera,
si por amor contigo yo me iría
donde un mundo sutil de fantasía,
ya mi ser con el tuyo se fundiera.

Hasta tal punto que de mil amores
tu sueño admiraría con respeto
como si de un tesoro se tratara,

entre un bucólico jardín de flores
y la pasión de mi mayor secreto
ante lo cual mi boca se callara.

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