Suerte tienen de veras hoy día los creyentes
mientras llenos de fe, crean en otra vida,
será que en este mundo, justo a cualquier herida
explicación encuentran y rezan tan sonrientes.
Y es que resulta cómodo, ver como los fervientes,
ante lo inexplicable buscan una salida,
que fuera de este mundo les pueda servir de huida
logrando que sus juicios sean ya coherentes.
Que siendo ley de vida, hoy todo lo que nace
vive algún tiempo y muere, también se reproduce
siempre que favorables sean las condiciones,
tanto que si de veras, ese instinto subyace
a pensar lo contrario a muchos nos conduce
que el mundo no se arregla echándole sermones.
Cierto. Desde mi yo ateo también te digo, he visto a mi padre creyente siempre, cristiano hasta quedarse en los huesos. Y ahora tiene Alzheimer y yo bromeando le digo: “¿Qué, papi? ¿Aún crees en Dios?” Y él, que lo ha olvidado todo, hasta quién es y quiénes somos, responde siempre: “Hombre, claro, no es que lo crea, es que está en mí, vamo, que soy yo” (parafraseando lo escribo, claro). Luego le digo: “Tonces, papi, ¿anarquista como yo aún no eres?” Y dice: “Sí, claro… bueno, no. Sí, pero…” y se ríe y niega con la cabeza.
Quiero decir, que a él le ayudó a ser feliz, y ahora nos hace reír a los dos. Y sermones dio siempre!!
No me he explicado, creo, pero bueno, que mis respetos y cariño a los que creen, no tanto a las religiones y su autoridad sobre ellos.
Así es. Spy irreverente, pero respeto a las personas por encima lo que se pueda imaginar. Te cuento, mi familia también era creyente hasta los huesos. Pero mira por donde, ya en las últimas le pregunto a mi padre, “quieres que llame al cura para que te eche un par de rezados”, y me contesta, ¿para qué sirve eso?..y otro tanto me pasó con una tía justo un día antes de marcharse. Es lo que nos han metido en vena desde antes de llegar a la cuna. Marta, un fuerte abrazo
Excelente, entiendo perfectamente tu genial poema.
Y buscando respuestas a los acontecimientos que nos marcan dicen “mí dios me está poniendo a prueba para ver hasta donde llega mí fe”.
Bueno los respeto, es su manera de llevar su vida adelante.
Abrazos, este es un tema controversial, que yo como acérrima atea, le saco el cuerpo, pero cuando veo una rendija genial como ésta, por ahí me escurro.
Gracias por el tema. Abrazos
Aterrizo ahora en este interesante tema, para poner mi contrapunto como creyente. Yo hablo de mi experiencia, no de sermones. El reconocimiento de Dios y el trato con El (con mayúscula) no me ha llevado a huir y escaparme de la vida; todo lo contrario, podría decir que me la ha complicado y enriquecido a la vez: me pone ante el compromiso de vivirla muy en serio, sin frivolidad; y al mismo tiempo me abre a un horizonte esperanzado, de luz. Me libera de la prisión de lo finito, donde la muerte tiene la última palabra.